Viuda Negra llega a los bosques

Página Demo de El Telégrafo del 19 de abril de 2008

Una banda sin actitud no existe. Vale para todo los géneros musicales, pero en el rock este pensamiento es todavía más decisivo. Sin fuerza y actitud, el olvido llega pronto y es poco el espacio que se puede recorrer en este derrotero.
Viuda Negra las posee y ahora ya está diciendo presente con su trabajo “La voz de los bosques”, editado en el 2007 y que el sábado 10 de mayo pondrá a consideración de los metaleros guayaquileños en el Aula Magna de la Espol en Las Peñas.
Los rastros de los “Viudas” están regados por muchos lugares. Empiezan por su natal Quito y avanzan dejando sus sombras de nocturnidad en Cuenca, Ambato, Santo Domingo, Pasaje, Loja, Guayaquil, Ibarra y Lago Agrio; también han ‘repartido palos’ fuera del país, en Medellín y Pereira, de Colombia. Mucho recorrido que no les ha quitado ‘ni apenas’ las ganas por comerse el mundo del metal.
Los responsables de tantos seres pasando luto son Santiago Silva, vocalista, miembro original y sobreviviente junto al ‘aporreador’ Johnny Gordon (batería) de la primera formación en 1996. A ellos se agregan Santiago Villalba, guitarra prima; Mauricio “El gato” Maldonado, en las teclas, Juan Sebastián Garcés, guitarra segunda; y Andrés Villalba, en el bajo.
El tiempo se encarga de dar a las cosas su justa medida y el público es el juez que decide quién se queda con sus preferencias y afectos. Para Viuda Negra el tema “Pretendo” sirvió de catalizador con sus seguidores y los puso en boca de los gozadores de los hierros. Son días de historia ya pasada, sin embargo sirven para alimentar y fortalecer la idea.
En el 2000 y el 2002 convivieron con otros finalistas de los concursos “Rockazo” y “Fioramúsica”; y las 25.000 copias que circularon del “Cd de Fiora” fue golpe de conexión directa con los fanáticos.Trayecto existe y el camino del grupo se antoja complicado, pero está bien marcado por conciertos como el que dieron en Quito en noviembre de 2002 para abrir el show de la banda brasileña “Angra”.
En el atardecer del 2003 confirmaron su crecimiento con el disco “El final del silencio”. De ahí se desprenden “Un hombre confrontando a su alma”, “Plumas de ángeles”, “El teatro de los sueños”, “La historia detrás de la canción”, “Pacto de sangre”.
No son temas para meter miedo. Aquí están sus credenciales. Son canciones para comulgar con aquellos que les profesan devoción, para combatir en la batalla de la noche infinita, para ayudar a lo enviudados a compartir la soledad y el tedio que produce la ausencia.
El nombre es fuerte y encerrado en un halo de misterio, tragedia y oscuridad, pero que también denota elegancia, sofisticación y sensualidad. Su música busca trasmitir el equilibrio entre vida y muerte, armonía y caos, noche y día, pasión y entrega; dualidades que los “Viudas” conjugan y manejan en una suerte de equilibrio bien orquestado donde la improvisación queda para jugar con los instrumentos.
En el 2004 se lucen junto al grupo finlandés “Nightwish” y en el 2005 le abren a “Horcas” de Argentina demostrando que estaban en el camino adecuado del rock.“La voz de los bosques” contiene “Núcleo”, “Instintos”, “Jardín de las delicias”, “Sinfonía de los elementos, “Criaturas nocturnas”. Temas que nos remiten a lo natural.
Mezclan una base de metal, con elementos melódicos, sinfónicos, góticos y progresivos que combinados en distintas proporciones también las pueden arrojar bandas diversas como “Symphony X”, “Dream Theater”, “Nightwish” o “Héroes del Silencio”, pero ahora están construyendo el estilo Viuda Negra a los que se suman cantos e idiomas nativos, sonidos de naturaleza, letras, mensaje y filosofía inspiradas en una realidad interna y de conservación de la biodiversidad ecuatoriana.