domingo, 22 de noviembre de 2009

El Atahualpa Rock vuelve al escenario


Publicado en El Telégrafo

Foto: Bruno Carranza

El festival se realizará mañana en la Plaza de Artes y Oficios; esta será su sexta ocasión, y el grupo Mordaz participará por primera vez.


Han pasado casi diez años desde que se realizó el primer Festival Arte Nativo Atahualpa Rock. Fue el sábado 11 de diciembre de 1999. Para la historia quedará que la entrada costaba 25.000 sucres. Los organizadores, B. T. Producciones, lo promocionaron como “El último concierto del Milenio”. La idea era lograr que el movimiento rockero de Guayaquil se identificara y se sintiera representado en un único concierto. El festival avanzó desde esa tarde en Boyacá y Manuel Galecio con un cartel integrado por las bandas locales Nohimen, Incarnatus, Profecía, Tribu y Basca, que dejó Cuenca para compartir su momento de triunfo.

Uno de los lemas decía: “Un evento hecho para quienes creen y confían en lo nuestro”. Por eso en esta sexta entrega participará Mordaz. El grupo empieza su recorrido en abril de 2008 con la idea de aportar a la escena nacional un toque de metal con sonidos no convencionales y temas sobre los suburbios de Guayaquil.

Su primera alineación, que contaba con Luis Mayorga en la percusión y sonidos no convencionales y el Gordo Jonathan como vocalista, produce el demo bautizado Generación del terror, compuesto por los temas Bastardo, Handles of the world y Rebel.

En este trabajo la percusión intentaba imitar sonidos de la ciudad. Con el demo en manos, participa en algunos conciertos y es nominada como banda revelación en Mis Bandas Nacionales. Mayorga y Gordo dejan el grupo que ahora está integrado por Aarón Paz como vocalista, Nicolás Chang en guitarra, Joseph Vanegaz en bajo, Herman Cerezo en batería y Douglas Naula, la otra guitarra.

La formación actual continúa trabajando para desarrollar y perfeccionar su estilo, que tiene como base musical el hardcore metal, mezclado con sonidos experimentales, que juega y se apoya en el jazz, funk, bossa, pasillo y otros elementos.

Mordaz reconoce como sus principales influencias líricas las historias reales acerca de la vida dentro de los barrios marginales, la superación personal y la reflexión sobre problemas sociales, donde se involucra discriminaciones culturales y raciales.

José Franco, organizador del Atahualpa Rock, acepta que el festival busca rendir tributo a nuestros ancestros y la sangre propia del país, resaltando a los indios guerreros de corazón.

La dirección está encaminada hacia algo nativo y con historia que pretende lograr un reflejo de los antepasados. Dice que cada año surge con fuerza y poder, y se ha convertido en el concierto más esperado en la ciudad y en la provincia del Guayas.

Este es un festival subterráneo que no compite con ningún otro. Sus mentalizadores han batallado con las dificultades y desventajas que presenta Guayaquil en la organización de eventos de convocatoria masiva.

Esta sexta edición cuenta con el apoyo del Ministerio de Inclusión Económica y Social, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas y Ministerio de Cultura del Ecuador. El evento incluye presentación de obras literarias y musicales, exposición de material audio visual y realización de tatuajes.

El número de bandas no es precisamente lo que le ha dado el calificativo de Festival. En esto tiene que ver el espectáculo variado que se quiere presentar, la diversidad de estilos de las bandas participantes.

“Es una muestra altiva de las buenas bandas que poseemos en nuestro país y el trabajo a corazón y pulmón que cada una realiza. El espíritu guerrero, la sangre derramada de nuestros antepasados dan el nombre a este festival”, expresa Franco.

El II Atahualpa Rock se celebró el sábado 3 de febrero de 2001 en Boyacá y Av. Olmedo. Para entonces el valor llegó a US$ 2,50. El anecdotario recoge que la banda Zakeo, de Riobamba, no se presentó porque se quedó detenida por un paro de indígenas. Esa también fue época de apagones, sin embargo, eso no detuvo a los grupos Ébola, Profecía, Spectrum, Konsenso Agresivo (Quito), Distorsión Social (Ambato) y Argadon (Cuenca).

En el tercer Atahualpa participaron Ruido de Odio, Moral Abajo, Imodium, Kaos, Garckus, Misery (Manta) y Metamorfosis (Quito). Para el cuarto se cambió de local y se realizó en el Skate Park, Mirador Urbanor, e incluyó al grupo Fleshless, de República Checa. El último se realizó en octubre del año pasado en la Plaza Colón; para entonces la entrada fue gratuita con el lema Rock es Comunicación. Rock es Cultura.
Francisco Santana