jueves, 15 de julio de 2010

Los Brigante y American dogs

Demo del 23 de mayo de 2009



Escuchar y observar a Los Brigante remite necesariamente a The Stooges, y su cantante, Pablo Freire, hace pensar en Iggy Pop, aunque sin la carne cruda, la manteca de maní sobre el pecho, los cortes con botellas rotas y otras travesuras que inventó el vocalista de The Stooges.
Pero Los Brigante aportan, traen lo suyo, que podría ser definido como algo que te hace voltear para mirarlos, tienen presencia, y proponen un montón de buenas cosas en la escena ‘under’ de Guayaquil (Kill City). Eso fue lo que demostraron el pasado viernes 15 de mayo en el Café Habano Diva Nicotina (escalón 10 del cerro Santa Ana).
Aunque la banda define su música como psicodélico porno rock experimental, su estilo se acerca profundamente al garaje rock. Por esa vertiente es que se decantan Pablo, compositor, vocalista y guitarrista; el tecladista Toñito, el bajista Federico y el baterista Aldo Macchiavello. Sus influencias son el rock clásico de los 60, 70 y del punk old school.
American dogs es un video realizado por Sebastián Oviedo, uno de sus invitados esa noche. La propuesta aborda la actitud política de Estados Unidos y visualmente hace hincapié en escenas de guerras y disturbios mundiales. El trabajo se apoya en la onda retro con predominio de los 70. “Está inspirado en la guerra. La idea es tratar de que el público tome conciencia de sus devastadoras consecuencias”, dijo Pablo Brigante.
El garaje rock que practica Los Brigante es una forma sencilla y cruda de rock and roll creada por varias bandas de Estados Unidos a mediados de la década del sesenta, que bebieron de la invasión británica de grupos como The Kinks o The Who. Se apoya en la percepción de que muchos de sus intérpretes eran jóvenes e inexpertos, poseían escasa preparación musical y ensayaban en un garaje.
Esto toca directamente a la banda guayaquileña, descontando el garaje, su actitud encaja perfectamente con este estilo, porque su música es mucho menos elaborada, pero está repleta de pasión y energía. Contiene sencillas secuencias, volumen, algo de distorsión, una batería agresiva y letras pegadizas musicalizadas con ardor para crear el desorden adecuado.
Sobre el escenario de Diva Los Brigante desplegó sus mejores armas, no se guardó nada y provocó el escándalo de algunas personas que no conocían a la banda, y de repente se encontraron con lo que ellas consideraron algo bochornoso. Es comprensible. Este grupo va por todas y no perdona. Su apuesta es por gustarse ellos mismos y, como su vocalista dice, “nos interesa nuestra música y nada más”.
El desastre que algunos pueden percibir cuando conectan con esta banda en vivo no está alejado de la realidad. El grupo es desastroso y el tema Search and destroy de The Stooges les va muy bien, pero no solo porque cantan en inglés, sino porque hay gente a la que sencillamente solo se puede odiar o amar. Y este grupo consigue una de las dos, no está para matizar nada.
Sobre el inglés, dice Pablo: “No puedo darle el chance a la gente de que me escuche en español porque todo me sale horrible. Yo canto feo y en inglés se me nota menos. No es por ninguna pose ridícula como algunos pueden pensar”. Sus palabras no necesitan interpretación. Por eso Los Brigante mete sus Mary Jane (basada en el Hombre Araña), American dogs, She just wants more cocaine, Transistor o Faster on me sin contemplación y sin pudor.

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