jueves, 15 de julio de 2010

Pornofónica trae su funk

Demo del 24 de enero de 2009


Hace tres años, más o menos, coincidieron en la Escuela de Música de Buenos Aires (Emba), dos ecuatorianos y tres nativos de la ciudad, o porteños, y formaron Pornofónica. La razón para llamarse así, dice el bajista guayaquileño Gabriel Tomalá, es porque este nombre es de fácil recordación. Matías Coco Saavedra, uno de los porteños, no se queda corto y dice: “Por supuesto que antes se llamaban de otra manera, pero Pornofónica responde más a un gancho comercial”, y agrega con su ya patentado acento bonaerense: “ y bueno, no nos hagamos, lo que más vende en Internet es el porno”, luego vienen las risas.
Pornofónica dice en su página web que es una trompada de funk en los dientes. Sofía Oliver, la voz femenina, y que cuando se encontró con el resto de la banda tenía su propio proyecto llamado Oliviah, dice: “Cuando estamos sobre el escenario presentamos algo bien funk-rock, una mezcla explosiva que sirve para bailar y divertirse”.
Los otros músicos son el guayaco Miguel Aguilar en la batería y Peter Higgins en la viola o guitarra y voz. La banda sin Sofía pasó un buen tiempo dándole al jazz y haciendo música instrumental. Hasta que se cansaron de eso y decidieron meter ruido en Buenos Aires y le dieron al funk ya con Higgins en la voz.
El funk es un género musical, que los entendidos atribuyen sus inicios al fallecido musico estadounidense James Brown. Se hizo muy popular en la década del 70 y, sin dudas, apareció en el ambiente nocturno de las comunidades afroamericanas e hispanas de Estados Unidos. Surgió como una evolución de algunos elementos del soul y del jazz aderezados por influencias latinas. El funk se consolidó como un estilo propio y marcó el camino de la música bailable de ahí en adelante.
Coco dice que el espectáculo de Pornofónica es algo que se mantiene arriba y donde nunca falta la fiesta. Este es un proyecto que siempre se pensó hacerlo en castellano aunque tenga raíces negras estadounidenses. “Con letras que la gente entienda de una”, dice Higgins. La banda propone música sin andarse por las ramas con mucho dato psicológico, y metiendo la onda latina con algo de fusión. Sus integrantes se ven como un grupo divertido que la pasa bien entre bromas y buena onda.
Ahora han traído su música al Ecuador y están en una especie de gira. Sofía arrancó muy temprano en este negocio, tiene algunos discos de platino entre sus reconocimientos y fue estrella de High School Musical, capitulo Argentina; dice que siempre tocan algo de las dos bandas. En Oliviah maneja un estilo reggae concandomble y flamenco, para esto suman piano y guitarra flamenca.
Cuando Pornofónica arrancó desde cero, pedían opinión por su propuesta. Ahora los músicos están convencidosn de que tienen un espacio para su música y su estilo. Desde su primer demo, que llamaron Estrellitas, ya estaban presentes los elementos que componen su temas. “Un tinte sumamente más hard funk y chacotero, orientado a la musica para bailar y divertirse, algunas letras romanticonas y otras más atrevidas pero siempre con algún toque de humor o algo por el estilo”, dicen.
Luego siguieron con temas como Chiro y desprolijo y Loco Fitz Roy. Aquí es fundamental el bajo de Gabriel Tomalá, donde entra su destreza técnica y la creación de líneas melódicas sobre las que se construyen los arreglos del resto de los instrumentos.
Esta historia, que empezó en Buenos Aires, donde Tomalá conoció a Coco Saavedra hace cuatro años, luego encontró un anunció en la facultad de su escuela, en donde requerían un bajista y formaron una banda instrumental que pasó por sinsabores y algunas noches perdidas, ya tiene un final que por el momento funciona, y los lleva a decir que también se puede vivir de la música.

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