viernes, 16 de julio de 2010

Fértil Miseria está aquí

Demo del 05 de diciembre de 2009


La banda colombiana Fértil Miseria está en Guayaquil para compartir con los seguidores del punk y hardcore en el Wankavilka Raymi, que se realizará desde las 10:00 en la explanada del Centro Cultural Simón Bolívar. Fértil Miseria surgió en Medellín en 1990; en febrero de 2010 cumplirá veinte años de brega en el espectro musical latino.
Las fundadoras son la bajista Piedad Castro y la baterista Yolanda Molina; ellas deseaban que la banda fuera netamente femenina, pero fue complicado, sobre todo en ese tiempo, conseguir damas para tocar, porque había pocas mujeres rockeras y que, además, quisieran integrar un grupo de ese calibre.
“Fue difícil. Inicialmente la banda estuvo compuesta por tres mujeres y un hombre. Yolanda se marchó para Nueva York y la reemplazó otro hombre”, cuenta Piedad. La formación la completaban María Víctoria Castro (hermana de Piedad) como vocalista y Harley Sánchez en la guitarra, que abandonó y en su lugar entró Juan Carlos Londoño quien, a pesar de vivir en Costa Rica, se encarga de la mayoría de las composiciones de Fértil.
Piedad considera a Juan Carlos Londoño parte viva de la banda, no obstante la distancia. “Si se marcha, yo salgo atrás de él”, dice. “Siempre aporto bastante y procuro estar en la mayoría de los conciertos. No siempre se puede viajar por razones económicas o de tiempo, pero intentamos que el grupo tenga la misma conformación para tocar”, explica Londoño.
La alineación actual incluye dos mujeres y cuatro hombres; se completa con Edwin Cortés en la batería, Carlos Durango en la otra guitarra y Alan Cuervo en violín.
Fértil Miseria es una de las bandas más importantes e influyentes de la escena punk y hardcore colombiana, tanto por su trabajo musical, como por su labor de ayuda social con la población desplazada de Medellín.
Para el grupo, la música es una forma de vida, no una moda. Su estilo navega por canciones rítmicas y otras con una carga pesada. Destacan Desplazados, Pintada de blanco, Visiones de la muerte, Los generales, La primera ruptura, Qué te queda soldado, Cadenas, Inocencia perdida, donde la voz de María Víctoria Castro descansa en la contundencia de la batería, la hondura y grosura del bajo y la estridencia de las guitarras que cumplen adecuadamente con su labor.
Sin embargo, Fértil Miseria compagina su música con otra actividad. La causa del grupo es el trabajo social con los desplazados. “Creemos que es una población muy vulnerable y está muy abandonada por el Estado y por la sociedad en general. Tú ves un desplazado en la calle y la gente se imagina que es un indigente o un drogadicto, y no es así. Muchos consideran que alguien que está pidiendo es lo peor o creen que es un delincuente”, dice Londoño.
Fértil trabaja con la población menos favorecida y la más pobre. “Nosotros mismos nos metemos a los barrios y les damos ropa o comida, no delegamos, vamos a donde está la gente para comprobar que realmente vive en la pobreza”, agrega Piedad.
El grupo se considera totalmente apolítico, pero por letras como la canción Desplazados ha recibido amenazas. La banda se originó en una época en la que a Medellín le decían Metrallín. “En ese tiempo nos tocó Pablo Escobar. Ahora hay violencia por tener el monopolio para vender droga”, explica Piedad. El nombre lo sacó María Víctoria Castro de la realidad que vivía Colombia en ese momento, lo más fértil y lo que más crecía eran la miseria y la violencia.
El resto de la banda vive en Castilla, comuna noroccidental de Medellín. “No es la más pobre, pero tampoco es la más rica. Todo Medellín está afectado fuertemente por la violencia”, reflexiona Piedad.
Con esos elementos, el grupo desarrolla composiciones donde se refleja esa realidad. Fértil no hace concesiones y grita su pensamiento sin consideraciones a terceros. Desde su visión, habitada por tremendas inequidades, propone su estilo agresivo y contestatario. Sin embargo, es necesario aclarar que la banda no pertenece a ningún colectivo ni defiende intereses en nombre de nadie, porque estima que las cosas hay que realizarlas personalmente.
Actualmente la banda cuenta con los integrantes ideales, dice Piedad, porque se han entendido mucho como amigos y músicos. Su propuesta luce más creativa al incorporar teclado o violín en algunas de sus presentaciones, con letras de contenido social y de la vida real.
El tema Desplazados habla de la realidad que les tocó vivir en Colombia, donde la guerrilla, paramilitares y el Estado contribuyen a que la gente salga del campo para vivir en las ciudades. Londoño sabe que eso también se puede expresar con música.

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