jueves, 15 de julio de 2010

Rayuela y su apuesta sincera por la música

Demo del 29 de noviembre de 2008

Alguna vez Rayuela se arrimó por Guayaquil desde Quito y se trajo una pequeña parte de lo que en esa época les carcomía el cerebro. Era música del grupo español Ilegales, los eternos malditos. Fue una gira que los llevó por algunas ciudades ecuatorianas y los enfrentó con públicos complicados, algunos de los cuales solo querían bailar reggaetón y no molestarse con su propuesta, sus ganas y esa fuerte necesidad que tenían sus integrantes de triunfar en ciudadela ajena.
Rayuela ha devorado algunas millas de carretera con su apuesta por el rock alternativo; la cabeza del recorrido la lleva el baterista Jorge Imbaquingo, en compañía del guitarrista Paúl Silva, que también pone la voz, y de Esteban Vera en el bajo. La banda ha pasado momentos desagradables; sin embargo, siguen firmes, prendidos en la idea y ahora hasta tienen otro jugador; desde junio pasado los acompaña Andrés Imbaquingo como segundo guitarrista.
Andrés tuvo su debut en el concierto del Festival de la Juventud, el 17 de agosto pasado, en la plaza de San Francisco de Quito, ante tres mil asistentes, y ya se curó de espanto. Rayuela lleva nueve años combatiendo la desidia con rock. En 2007, el Municipio de Quito reconoció su carrera otorgándoles el premio Mis Bandas Nacionales, en la categoría de rock alternativo.
Ahora ataca con el disco Rayuela 2.1. En este trabajo el grupo juega con varios conceptos sobre la tecnología. La parte gráfica hace referencias al mundo de las computadoras, y en ese sentido varias canciones fueron bautizadas con nombres de archivos. Trae nueve temas encabezados por Install.exe, que es un experimento de guitarras acústicas y muestra el camino para Tu otro ser, que ya suena en las radios rockeras del país.
El disco respira una atmósfera muy rockera, con guitarras fuertes, bajo saturado y doble bombo, como el caso de las canciones Abismo y Antes de partir. De la misma forma, hay canciones que tienen melodías muy sugestivas como Viento Solar o Pequeña.
En 2004, la banda presentó su primer disco, bautizado Rayuela. De allí sacaron el sencillo Negro, realizado en memoria del diputado afroecuatoriano Jaime Hurtado, asesinado por sicarios. Lejos de cualquier causa, el grupo no abandona su apuesta sincera por el rock tocado con seriedad.

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