jueves, 15 de julio de 2010

Aquí Mamá soy demente

Demo del 14 de marzo de 2009


Un poco de misterio siempre está bien, dicen los integrantes de Mamá soy demente. Para Carlos, Dennis y Paola, el nombre de la banda es como una especie de declaración de guerra, algo que tienta de alguna forma, ya sea positiva o negativa, eso no importa porque todo es como un juego. Ellos recuerdan que el nombre nació de una conversación trivial cuando Carlos lo dijo como una expresión cualquiera y a Dennis le llegó una especie de pinchazo del otro mundo y dijo: “Esa es la pendejada. Tiene la fuerza que estamos buscando”.
También dicen que algunas de sus composiciones nacen como una fotografía mental y en su myspace han colocado este manifiesto titulado Introducción a la demencia. Ahí se puede leer: “Si pudieras entender lo que veo aquí y ahora, estarías dentro de un tornado de espejos, en el centro de una esfera luminosa que gira, un núcleo en el que la demencia es un sentimiento, no un estado. Aquí: Estas en la tierra, pegado al suelo, como un árbol, solo un ser dentro de una bola viviente... donde solo eres resultado. Un lugar donde la razón es la representación de un lado oscuro de la inconsciencia. Ahora: La razón tiene el aspecto de la lava, todo lo inexplicable encuentra su sentido en el bosque de las palabras, el nacimiento de la esclavitud de la humanidad”.
Amigos, la cosa es seria. Los nombres de los integrantes del grupo son cambiados y así es como se reconocen: NADIE, se encarga de guitarras, programaciones, toy glockenspiel y voz; JOLGORIO VOCAL: es guitarras, teclados, charango, y voz; EL NINO deambula con MV800, latas del espacio, frijoles, teclas y coros.
Reconocen que existe gente que se molesta y se extraña con su propuesta, pero piensan que cada uno debe tomar las cosas por el lado que le dé la gana. Sin embargo nadie puede descuidarse cuando asiste a un concierto de Mamá porque ellos exploran muchos tipos de arte y se puede esperar lo que sea. “En un concierto de Mamá soy demente vas a encontrar lo que estabas buscando”, dice Dennis convencido
Para eso tienen canciones de muy diversos tipos, desde las que no tienen ningún sentido, de niños, alegres, tristes, pesadas; también proponen show de luces y variados recursos expresivos con baladas y hasta punk salvaje. “Es un viaje por varios lugares y no se encierra ni se refugia en una caja”, reconoce Carlos.
La historia arrancó hace diez años cuando Dennis y Carlos se conocieron en un colegio burgués. “Por el delirio preciso de nuestras mamás”, admiten a dúo. De ese colegio los botaron y se fueron a otro donde conocieron a Paola. Entonces el trío quedó listo.
Paola empezó de cero con los instrumentos ya que no tocaba ni un pito, ahora toca batería con una mano y con la otra se va de largo en los teclados; hay que verla. Después se fueron a México, porque leyeron muchos libros de Carlos Castaneda. “Descubrimos que ese país tampoco es la gran cosa y que en Ecuador se hace buena música y que estamos al mismo nivel de los extranjeros. Aunque el 90% de la música que se pasa por las radios es de sus propios artistas y eso lo hace un negocio muy rentable; en cambio en Ecuador es apenas el 4%”, relata Dennis.
Mamá soy demente hace música por la necesidad más humana que artística, pero también consciente la misión de ganar dinero. Sus integrantes no se consideran amateurs y mantienen un proceso de ensayo muy riguroso. Los instrumentos que usan son una extensión de su personalidad y el trío está en una búsqueda permanente de expresiones sonoras. Lo único que queda por hacer es apreciarlos en vivo y contagiarse de su demencia.

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