jueves, 15 de julio de 2010

Marca Acme se registra

Demo del 07 de febrero de 2009


Marca Acme detesta la seriedad. Pero no para tocar. Incluso cuando Alejandro Chiquitín Gallegos, Xavier Mofle Márquez y el Chino Mario Delgado ensayan, le dan con todo y le meten muchas ganas; no paran hasta quedar afinaditos. Ahí no perdonan los desajustes. Claro que tampoco es para drama, igual la pasan bien y se divierten con la música que fabrican. Se definen como un power trío que nunca fue pensado como otra cosa. “Eso es lo que siempre quisimos”, dice Gallegos. “Aun en esa etapa cuando la banda no estaba compactada y definida como ahora, y también cuando había otros integrantes”.
Gallegos está desde la fundación y en los inicios tocaba la guitarra. “Un día dejaron la batería en mi casa y empecé a meterle golpes”, recuerda. Esos palos primerizos maduraron en la fuerza y consistencia hasta desembocar en un buen aporreador.
Para el cuento hay una etapa que Gallegos recuerda como la que tocaban con El otro man; un personaje que nadie sabe quién es. Si es un invento, o si realmente sucedió, en estos momentos no importa, porque esa etapa ya es agua pasada. “El otro man hasta cantaba”, dice Gallegos, secundado por Mofle.
Para intentar contar la historia de Marca Acme, los integrantes actuales se reunieron en el estudio de grabación Malibú en la ciudadela Miraflores. No anduvieron con mucho protocolo y pronto se largaron con el tema Si el pasado es para aprender, el presente es para perder. Luego del primer arrebaton Mofle dice que hay que darle de nuevo. Es comprensible porque un par de gallos dejaron dudas en la interpretación. Sin dramas volvieron sobre los acordes.
Xavier Mofle Márquez llegó a Marca Acme cuando todavía estaba El otro man. Esos días fueron de guitarra sin voz. El otro man tocaba bajo y cantaba, pero dejó la banda por problemas personales y falta de tiempo para ensayar. Entonces llamaron al Chino Mario Delgado, que estuvo un tiempo en Nunca Jamás y luego en Sobras y Cenizas. Le dijeron que los apoye en la guitarra y Mofle le entró con ahínco al bajo y a la cantada. “Entonces el power trío quedó completo”, dice Gallegos.
Mofle la rompió en el estudio. Pasó sin problemas por el tema Dime y, tras una pequeña pausa para beber agua de una botella de plástico, continuó con Años inolvidables. La música del trío tiene fuerza y se apoya en el pop punk, este estilo que no posee la misma estética que el punk rock, ya que este no sigue los ideales del movimiento punk y sus letras no hablan de política, sino de temas más ligados a la adolescencia. Lo de Marca Acme no es de letras complicadas, ni excesivos arreglos melódicos; fundamenta su éxito entre el público joven en la sencillez y la narración de historias que muchos comparten.
Lo curioso del grupo es que sus tres integrantes tocaron la guitarra en algún momento, pero ahora ya no hay más confusión. Mofle y Chiquitín hacen las letras y el Chino se encarga de los arreglos. El Chino también guitarrea con sutil inocencia y está lejos de esa pinta de punkero alevoso y mal encarado, que muchos usan más como pose y que no siempre es señal de buen músico.
Después de tocar Perdón, Prometo, prometo, Pasado se necesita para aprender, Brindemos por este final y Christine; Marca Acme quedó lista para su primer ataque a Cuenca. Sus integrantes no desean que les pase cuando tocaron en Quito en el bar Ruta 66. “Fue un chuchaqui maldito y nos cogió la altura”, dice Mofle. Pero sin dudas que la experiencia de tocar afuera es bacán, concluye.

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