Guardarraya es otro de los grupos quiteños que ha tenido que realizar recorridos por calles, bares, cafés y otros sitios culturales, en los cuales generalmente las bandas se curten, para irrumpir, sin nervios, en las salas de grabación. Para los que han podido apreciar el trabajo de estos músicos, la experiencia es reconfortante, por aquello se considera un acierto su aparición en la escena alternativa del país. Guardarraya viene por primera vez a Guayaquil en sus siete años de carrera. Para el show en Diva Nicotina, traerá como invitado al conguero y percusionista Diego Minda.
Andrés Caicedo es el baterista de Guardarraya. No es un desconocido para el público de Guayaquil (Kill City), porque en su aventura ya atacó hace algunos años con Los Nietos en Heineken Music (Zona Rosa), y más recientemente con Esto es Eso, en Diva Nicotina (Las Peñas) y en el Estadio Modelo con el tour que trajo a Juanes. Caicedo es un inquieto de la batería. Con mucho recorrido en sus suelas, en Quito y Guayaquil tiene algunos seguidores que lo reconocen como un tremendo aporreador y un virtuoso en el manejo de los estilos.
Intentando una aproximación al estilo musical de Guardarraya, se puede decir que es una propuesta original de rock fusión; la banda autodefine su género como una mezcla de música visceral, urbano popular con algo de mestizo y por supuesto alternativo, en el cual han conseguido un sonido propio. Algunos la han bautizado como música ecuatoriana hecha con las entrañas.
Actualmente la banda está conformada por Álvaro Bermeo (voz, quena y guitarra); Mateo Crespo (guitarra y coros); Franco Aguirre (bajo y coros) y Andrés Caicedo (batería). No es su intención presentarse como los precursores de la vanguardia en la capital, sin embargo, el reconocimiento les llega de parte del público que acepta a Guardarraya como parte fundamental de la nueva movida de bandas quiteñas que han influenciado con un sonido fresco, original y especialmente muy ecuatoriano a la escena nacional independiente. Pero más que eso Guardarraya es un concepto, y detrás de todo siempre hay una historia que conduce hacia la anécdota. Los músicos aceptan que en los inicios, el nombre no pretendía significar lo que actualmente representa en el terreno musical o personal, simplemente se trataba de un nombre que les gustó, porque apreciaban las guardarrayas; dicen: “y además porque nos lo entregó el ángel Diuxley Tenorio (primo no reconocido de Gabriel). Sin embargo con el pasar de los meses, de los días, de las horas, de la lolas, hemos ido descubriendo el bagaje de significados que tiene el nombre Guardarraya y su relación ultravenosa con lo que hacemos. En la actualidad se ha logrado delinear una concepción filosófica, política y gastronómica muy clara. ¿Qué es una Guardarraya?”
Necesariamente hay que responderles: Límite de un terreno; o el camino estrecho entre dos espacios que permite el paso de personas animales y vehículos y que sirve de línea divisoria en los campos; en la ciudad sería lo que queda al borde de las veredas, y que en las noches son tan necesarias para compartir con los amigos la vida que cada uno se inventa.
En su trayectoria Guardarraya ha grabado varias cintas de prueba y dos discos. El primero, llamado Guardarraya, es un trabajo pseudo-experimental que no fue lanzado al mercado pero tuvo buena aceptación. En él se inmortalizaron canciones que demuestran su quemeimportismo. El segundo disco, Chistes y Roces fue grabado en vivo en estudios Carter en Quito. Aquí se puede apreciar un amplio rango de ritmos y aromas.
En Guardarraya habitan la ironía y la broma, la provocación administrada con sutileza, desparpajo e inteligencia. Reconocen influencias de Julio Jaramillo, Beatles, Roberto Gómez Bolaños, Abdalá Bucaram, King Crimson, Carlos Michelena, Carlos Villagrán, el jazz, Telejardin, John Densmore, Mitch Mitchell, Jack deJonette, la salsa, Héctor, Sting, el flaco Espinetta, Yoda, Miles Davis; como para formar un lindo disparate.
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