Son los días del adiós. Dice el bajista Dennis Mancero que es el definitivo, que no es un truco publicitario para un reencuentro y que solo habrá un único concierto para el fin. Toca creer que es así y ver la despedida como el momento para el último abrazo entre ellos y los seguidores del metal nacional.
Toca, también, despedirse con orgullo como banda, pero eso no significa que sus miembros se escapan de la música. Eso jamás. La opinión de Mancero, convertido en líder por antigüedad, es que ve pocas posibilidades de crecimiento y progreso musical; sugiere que creativamente han llegado a un tope y es mejor la retirada con actitud, que el ridículo y el desprestigio. Quieren irse en buen momento y dejar un excelente recuerdo. El camino ya está trazado para los últimos Blaze: Mancero; el guitarrista Manolo Castro y el baterista Leonardo Piedra.
Para la memoria y la historia en los registros del público rockero ecuatoriano queda el sencillo en vinil que contenía “Death Machine” y “No Podrás con él” (1985), editado por Orión: Emporio Musical cuando las disqueras nacionales se atrevían a firmar bandas locales sin temor ni favor, solo por su calidad. En 1988 colocaron con fuerza y suceso otro sencillo que contenía “Cancerbero” y “From here to the Eternity” editado por Fediscos.
Siguieron dos larga duración: “Six feet into reality”, de 1998, publicado por Psiqueros Records, y “Blaze”, de 2002, los recopilatorios “Romper Falsos Mitos” y “La Zona del Metal I”. Todos estos trabajos hicieron que sus seguidores la identificarán como la banda ícono del metal ecuatoriano.
Hay más: Un montón de premios que obligatoriamente hacen pensar en el recorrido de Blaze. Más de 20 años que no quedarán en el olvido, pese a la falta de registro oficial.
En 1984, cuando Mancero integró el grupo, estaban John Erick (hoy en los EE. UU.) en la parte vocal; Juan Carlos Alza; Fabián Erazo y “Cachito” Abarca, quien se fue a vivir a Argentina. En el concierto del adiós presentarán su tercer disco que contiene 17 temas. Se trata de un material grabado en vivo en el teatro Quixote Garzota), en 2002.
Actuarán tres cantantes: Eduardo Pérez, que fue parte del primer Cd, James D. Sloan, quien estuvo en el segundo disco, y Tommy Verdesoto, el último vocalista. Los temas que sirven como caballo de batalla son “Cancerbero”, en primera fila, “From here to the eternity”, “Your Fate”, que pasó con buen suceso por MTV y los puso en el mapa latino del metal; “Spirit of soul”, “Raza maldit”, “Vodoo dance II”, “Tomorrow is today”, “Make them go away” y “I will”.
Leonardo Piedra es el baterista, sin embargo tiene formación clásica ya que estudió guitarra en el conservatorio. Su opinión es que no se necesita ser o parecer malo para ser rockero. Lo define sin miserias: “solo somos músicos, nada más”. Nacidos en una época en que no había lugares donde tocar y el internet no era la plataforma que les permitía a todos promocionar cualquier cosa, recuerdan que la primera tocada fue en la kermese del colegio Domingo Comín en 1984. Ven cómo ahora el rock ha conseguido un despegue importante e indudablemente las bandas actuales tienen mejor calidad de sonido porque hay más acceso a instrumentos de primera línea. Los años del olvido y la gloria ya pasaron, pero no ha existido tren que les pase por encima y defienden la idea de solo el talento es lo que quedará como juez para decir la verdad sobre la música.
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