Este disco de Biorn Borg le debe la vida a Jorge Izquierdo, ya que él es el autor de sus letras. Sin miedo dice en el tema El man, que en el cuarto de al frente su vieja escucha rock and roll. Todo se destroza trae muchos conceptos buenos, pero su gran acierto es el inmenso espacio que la banda le dedica al roll.
Para hacer patente este hecho Biorn Borg, que según su vocalista Sofi Abedrabbo, fue pensada como una banda sueca de rock, trajo su estilo indie hasta Guayaquil en el Café Habano Diva Nicotina, donde presentó su disco el pasado viernes 17 de abril en concierto que compartió con el trío local The Cassettes, que también usa vocalista femenina.
El disco tiene personalidad y no es uno más de los pocos que se producen en Ecuador. Contiene las composiciones El man, La moda, Mermelada, Iceborg, Perro, 1980, Greta, Cóndor Negro, Melodyfestivalen, El sinki, Síndrome de uppsala y Vs. Mcenroe. Doce temas que no se repiten para nada, y a los cuales solo el tiempo, con su justa medida, los pondrá en el lugar que estime conveniente.
Por el momento Biorn Borg mantiene la escena rockera a la temperatura adecuada y no descansa en su misión de apoderarse del momento musical del país. Luego de Guayaquil se largó a tocar en Cuenca el domingo 19, como parte del festival Madre Tierra.
Quizás la razón del éxito, al menos de Todo se destroza, se deba a las influencias que la banda reconoce en su página web www.myspace.com/biornborg; ahí deja explícito su aprecio por Scotland Ra- bbits, Peef Muppets, Una Banda Sueca de Punk, Ansias Carnívoras, Tu Hermana la Loca y los Gentes del Caos.
Es como para sembrar dudas y exponer un manifiesto de rock indie y alternativo, que se cobija en una propuesta intensa, rápida, poderosa, bien acoplada y con el espíritu clásico del mejor punk inglés revoloteando en las mentes y en los cuerpos de los cuchilleros Sofi Abedrabbo (voz), Tonio Cepeda (bajo y voz), Pablo Maya (guitarra), Ernesto Karolys (batería), Sebastián Game (guitarra) y Bastián Napolitano (batería).
Biorn Borg convence a cualquiera. No anda con especulaciones, ni se porta mezquina con el arte. Es de aquellas bandas concebidas para matar y vivir, no para morir; no está hecha para el fracaso ni para tomar prisioneros, va fuerte y de frente, sin temor y en completa libertad. Se podría decir que hasta se porta irrespetuosamente con el público, porque no hace concesiones ni participa de prejuicios.
Si Sofi Abedrabbo dice en Mermelada con voz melodiosa y recursiva: “los ojos de la arpía me miran y me miran, suavemente en la pantalla muestra las tetas en televisión, fue una bomba, vengo a salvarte, llama refuerzos”. Y luego con Tonio se adentra en las profundidades del sonido garaje del tema Vs. Mcenroe, donde inevitable, como lo reconoce Sofi, todo se destroza y todo va a acabar mal, porque no hay otra salida.
Sin embargo, este es un disco bien estructurado al cual sus creadores le metieron mucha cabeza para que no suene parecido a otros conocidos, contó además con la participación del estadounidense Dean Baltulonis como ingeniero, productor y encargado de la mezcla, y ya entró de buena forma en la historia del rock ecuatoriano.
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