jueves, 15 de julio de 2010

7 de Brillo dice presente

Demo de El Telégrafo del 16 de agosto de 2008


Wiapho Palma es el vocalista de 7 de Brillo. Desde su perspectiva, Guayaquil es una ciudad que ofrece enormes posibilidades para la creación musical, porque es una sociedad sumergida en un comportamiento extraño. Está consciente de que en cualquier esquina de este Puerto hay una historia alucinante que atrapa los sentidos y, por eso, piensa que un creador no puede estar al margen de aquello.
La historia de la que se desprende la banda parece arrancada de una película escrita por algún guionista trastornado mentalmente. O, también, puede ser una fábula de la escena ‘underground’ del puerto principal que ya la gente conectada con la movida rockera llama “Kill City”.
El argumento va más o menos así... Dice Wiapho que en sus andanzas por la vida de las calles guayaquileñas se encontró en muchas ocasiones naipes que, extrañamente, resultaban ser 7 de brillo. Por loco que parezca, es así. No recuerda en qué momento empezó el asunto, pero asegura que su intuición no fallaba y hasta apostaba con los amigos cuando veía un naipe tirado en la calle. Fueron tantos que llegó a coleccionarlos y algunos panas de esas aventuras todavía conservan aquellas barajas que dieron origen al nombre de la banda.
Lejos de esta historia, 7 de Brillo sabe a lo que juega. La música que fabrica es como un golpe directo en la nariz que pone KO a cualquiera. Como dice uno de los temas que interpreta: “el man sabe”. Wiapho conoce y se arriesga en sus composiciones que retratan perfectamente parte de la personalidad de “Kill City”. Es un estilo agresivo que avasalla por la estridencia y la violencia del punk, donde también hay espacio para el rock alternativo, el grunge, el hardcore y hasta la bossa nova. La base es el punk, pero, como afirma el guitarrista, son libres para jugar con los estilos y con los géneros. Algunos de sus seguidores explican que 7 de Brillo gusta mucho porque no tiene género definido.
Para buenos ejemplos, buenas canciones como “Pornografía robada”. Este tema es la historia de una chica a la cual le robaron el celular y sus vídeos íntimos fueron reproducidos. También en esa línea va la canción “Karen Minda”, que narra un hecho público en el cual ella se desnudó en las calles y los policías la detuvieron. El coro dice: “Karen Minda se desnudó y los ‘pacos’ le cayeron a palo”.
Los integrantes de 7 de Brillo son cuatro. Para efectos de imagen e identidad el guitarrista, el bajista y el baterista actúan con el rostro cubierto por mascaras o medias de nailon, únicamente Wiapho pone el rostro y recibe las balas. El público intuye quiénes pueden ser los enmascarados, que tampoco dan sus nombres y solo se manejan con apodos como “Piolín”, “Buenos Modales” y “El Doblez”.
También hay que aclarar que Wiapho es un nombre inventado por la familia Palma y forma parte de su tradición. Así se llaman el padre y el abuelo del vocalista de 7 de Brillo. Los Palma son chilenos y la madre de Wiapho es colombiana.
Para los registros de la música guayaquileña quedan las señas personales de la banda. Todo nace como un proyecto entre amigos que se encerraban a componer y a matar el tiempo en conversaciones que aquí no se pueden reproducir. Allí surgieron muchas inquietudes que ya rumiaban desde el colegio y otros grupos en los que participaron. Wiapho siempre ha sido inquieto, desde pequeño ha deambulado por diferentes estilos. Escucha todo cuanto pueda. Durante algún tiempo fue el vocalista de la banda denominada Komo la tusa (KLT). De esos días solo queda su amistad con el actual guitarrista de 7 de Brillo. Ahora se dedica por completo a la música y ni siquiera piensa en trabajar como psicólogo, título que obtuvo hace poco. La banda cree que es hora de decir presente, ir de frente y no aflojar más.

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