miércoles, 14 de julio de 2010

RockVox trae el estilo melódico

Página Demo de El Telégrafo del 26 de abril de 2008


Esta banda quiteña no abusa de lo tremendo ni de lo oscuro. Agazapados, pero no escondidos en las frías noches de la capital, se arriesgan por el sendero melódico sin renunciar a la calidad ni a lo básico de los cuatro acordes que dominan el rock.
Sus componentes se sienten muy a gusto. Van de frente entre ellos y con su propuesta. Son como un matrimonio. Con una bronca de vez en cuando, alguna pena, y también alegrías, que son las más para este grupo que recoge diferentes orígenes, pero desfilan por un solo camino, un estilo que los empuja hacia los campos en donde están los sueños de los rockeros, en donde existe amor y dolor, porque ellos como otros se enamoran, tienen novias y también les rompen el corazón.
El guitarrista Pablo Estrella asegura que RockVox nace luego de la separación de Cruks en Karnak, como una idea de tocar la música que siempre le ha gustado: el rock... pero no tan pesado, más melódico y asentado en las bases, como U2, The Cure, The Outfield o Audioslave. Luego de unas vacaciones decidió volver con una banda que circule y comulgue con sus ideas.
Así entró Moi, conocido como baterista en la movida quiteña, pero que ahora le entró fuerte al canto y ya no se esconde del público. Rodrigo Estrella, bajista y hermano de Pablo, que además maneja la parte gráfica de la banda y defiende el estilo RockVox, no quiere que lo comparen con nadie, únicamente con algo de excelente calidad. José Andrés Mora, lojano de nacimiento y que se encarga de repartir palos en la batería, se considera una semilla que germinó bien y pasó por el grupo “Anima Inside”, entre otros.
RockVox no fusiona nada, ni está investigando cosas extrañas, más bien retoma otras que se han olvidado. Están metidos dentro de la ola universal que ha dado muchas vueltas, pero que siempre regresa al rock básico con letras bastantes normales, algunas cargadas de una base sentimental como en el estilo ‘emo’.
Han compartido bastante música y se sienten cómodos. Tienen la misma raíz y eso se nota cuando actúan. La parte física y visual en RockVox es muy importante. No descuidan la imagen en concierto, el manejo del escenario y la producción, algo que en el Ecuador se queda detrás con respecto a muchos países de similares condiciones.
En agosto de 2007 hicieron su aparición oficial, pero ya se habían metido a la cocina a preparar bien su guiso, sonaron en las radios de Quito y prendieron bien entre los necesitados del rock y el sosiego. La suya es música en donde es posible el amor y la emoción. También la pueden escuchar las mamás sin apagar la radio. No hablan de violencia, ni de destrucción, rescatan sensaciones muy humanas. Nada tremendo, ni oscuro.

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