jueves, 23 de diciembre de 2010

Prótesis llega desde Quito para provocar

Demo del 9 de octubre del 2010


Hace diez años se produjo el primer encuentro de algunos de los músicos que integran Prótesis. Los guitarristas Felipe Jácome y Santiago Jarrín mantienen la química y la amistad desde ese tiempo. Los otros amigos que participan en este proyecto son el baterista José Miguel Ruiz, el bajista José Antonio Álvarez, el cantante Haeckel Rivadeneira, y la recién llegada Jolynn Vallejo, quien suma en la parte vocal y coros.

La banda funciona con el nombre de Prótesis hace dos años. Ya tiene su primer disco listo y masterizado, sin embargo, sus integrantes están esperando el mejor momento para presentarlo oficialmente. La producción se llama Maquinaria melódica y tiene siete temas. Es un EP al que el grupo le está dando un tratamiento de disco grande. “Le estamos dando la importancia que merece”, dice Jácome. “No queremos descuidar detalles y tampoco estamos apurados”, asegura.

Intentando una aproximación al trabajo de Prótesis, se puede decir que su música es una forma de ver y entender la vida. Una propuesta donde siempre es necesario tener una opción. Como un molde que se adapta a la piel, o en este caso al oído.

“Queremos demostrar con nuestras composiciones y con lo que pasa dentro de la banda, que hay muchas cosas que suceden alrededor de las personas”, dice Jarrín.

Un concepto donde la música siempre es necesaria para la vida. La parte conceptual y la musical se fusionan en canciones que abarcan diversos tópicos y preocupaciones. Temas como Luces, Hombre bomba, Extintor y Juegos de poder son un claro ejemplo de trabajo profesional que apuesta por la provocación.

La banda maneja una estética audiovisual coherente con sus letras y sus composiciones contienen mucha textura y vida propia. Desde su visión, Prótesis se podría convertir en la música que la gente necesita para que su vida siga. “Ojalá que sea así”, arriesga Jarrín.

Si bien su trabajo es serio. Nadie debe dudar de que estos músicos cuando se meten al estudio también disfrutan.

“Jodemos y hacemos lo que más nos gusta, que es hacer música y rock and roll. Compartimos vivencias y gustos musicales de cada uno y nace una cuestión única que nos pertenece”, expresa Jarrín.

Ellos se reconocen como seres divertidos y profundos. La búsqueda de un nombre, después de haber participado en otros proyectos, los llevó a crear algo que esté acorde con lo que está pasando ahora. Tratando de buscar una palabra que defina esa búsqueda encontraron Prótesis.

Prótesis funciona más o menos con la idea de que el ser humano no puede dejar de vivir sin ciertas cosas que la ciencia y la tecnología le dan. “Es como cuando careces de un miembro, por varias razones necesitas una prótesis para que tu vida continúe más o menos normal”, manifiesta Jarrín. Aunque todo es una cuestión de alguna manera metafórica.

El nombre da una definición y una diversidad. Su propuesta mezcla melodía con música fuerte. Un trabajo donde la parte visual es muy importante. La música se vuela por el lado del rock, pero tiene su parte electrónica. La tecnología es la propia prótesis de la banda.

La banda tiene influencias de muchos géneros. Prótesis propone algo específico, pero los músicos que hacen el grupo tienen visiones diversas. Su propuesta es rica y amplia, con mucha carretera. En ocasiones es pop, otras veces es rock, algún momento es punk, otro metal. “Pero siempre es agresiva”, dice Jácome. “Es como una pelota que golpea permanentemente y no decae en su fuerza”.

“Como una banda de hard rock desde el aspecto musical y clasificatorio, pero desde esa base proponemos mucho más”, añade Jarrín.

La banda piensa que lo más difícil de hacer música es ponerte a pensar que vas a vivir de ella. Jácome y Jarrín opinan que el Ecuador lamentablemente no proporciona las condiciones ideales para hacerlo.

Consideran que todo ser humano debe sentirse retribuido o participar de una retroalimentación por las cosas que hace. “Es triste, pero vivimos en un orden en que esa retroalimentación es el dinero y eso es lo que te permite vivir. Debes tener dinero hasta para curarte una muela”, reflexiona Jarrín. “El momento sublime de la creación musical se da en el estudio y entre los panas”, afirma.

“Una banda podría existir ochenta años si sus integrantes solo se dedicaran a hacer música”, dice Jácome. Prótesis ya está en la escena y de ahí no piensa desaparecer.
Francisco Santana

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